La finca de Avgvstvs Forvm cuenta con cerca de 350 algarrobos más que centenarios que, cada año, nos ofrecen una buena cosecha de este fruto tan mediterráneo. ¡Descubre más sobre esta especie!
Más allá del vino y el vinagre que nos proporcionan nuestros viñedos, en la finca de Avgvstvs Forvm en El Vendrell también contamos con otra especie cien por cien mediterránea: los algarrobos. Este árbol, muy presente en el Penedès y en el Camp de Tarragona, nos ofrece últimamente una importante cosecha de su fruto, cada vez más preciado en los ámbitos gastronómicos.
En concreto, la finca de la bodega en el Penedès cuenta con un total de 341 algarrobos, todos ellos con más de cien años de vida. Estos árboles ya se encontraban en los terrenos en El Vendrell antes del inicio de la producción de vinos del Penedès de Avgvstvs Forvm, pero en un estado de abandono que hacía que su producción fuera muy escasa, con tan sólo unos 500 kg de algarrobas al año.
En las últimas décadas, desde Avgvstvs Forvm hemos invertido también en el cuidado de estos algarrobos, una especie con mucha historia en el territorio que incluso forma parte de leyendas. En paralelo al cuidado de nuestros viñedos, los árboles se han beneficiado del labrado y tratamiento de la tierra, así como de otros cuidados. Y el resultado ha sido un aumento espectacular de la producción: actualmente, nuestros algarrobos nos ofrecen unos 5.000 kg de cosecha anual de su fruto, la algarroba.
Un algarrobo muy especial
Aparte de sus frutos, los algarrobos son un ingrediente imprescindible en el paisaje de Avgvstvs Forvm que tanto nos gusta compartir en nuestras visitas a la bodega en el Penedès. Éste es el caso sobre todo de nuestro algarrobo grande, uno de los puntos más queridos y especiales de la bodega en El Vendrell
Este gran árbol se encontraba ya en la finca cuando fue adquirida, junto al único edificio de la bodega que ya se encontraba entonces en pie. Calculamos que este algarrobo lleva más de 300 años velando por los terrenos de Avgvstvs Forvm, creciendo robusto en este espacio a caballo de la costa mediterránea y el interior del Penedès.
A pesar de que las algarrobas se utilizan ahora mayoritariamente para la alimentación del ganado, el fruto del algarrobo está viviendo en los últimos años todo un resurgimiento de su valor gastronómico. Durante las épocas de estrechez económica, como la posguerra, la gente recurría a las algarrobas como sucedáneo del chocolate, lo que provocó que durante mucho tiempo haya sido considerado un producto menor. Pero ahora cada vez más propuestas de cocina sana apuestan por dejar atrás ese desprecio y trabajan con las algarrobas como t alternativa saludable para la elaboración de pasteles y bombones.
En muchas tiendas podemos encontrar la harina de algarroba u otros preparados a base de algarroba, que se benefician de la dulzura natural de este fruto que, además, no contiene cafeína ni ninguno de los estimulantes del cacao, además de tener un bajo contenido en grasas y calorías. Generalmente lo encontraremos como una alternativa al chocolate, ideal para personas que sufren problemas de salud que obligan a restringir su consumo, aunque cada vez podemos encontrar más utilidades en la cocina aptas para todos los gustos, como puede ser la miel de algarrobo. De hecho, en países como Egipto o Siria su consumo es muy común todavía hoy en día, recordándonos su papel como alimento ancestral del Mediterráneo.
